Jugo para comenzar el día
2 naranjas grandes y maduras
2 g de matcha
El zumo de naranja, además de ser una bebida refrescante, contiene una gran cantidad de vitamina C y antioxidantes. Gracias a su acidez, es un alimento perfecto para mezclar con matcha también rico en antioxidantes.
Lava las naranjas, córtalas en dos mitades y exprime cada mitad con el exprimidor (manual o eléctrico). Cuela el jugo en un vaso con cubitos de hielo para que quede el zumo sin la pulpa.
En otro recipiente añade 2 g de matcha en 60 ml de agua y bate con el batidor de bambú o eléctrico hasta que quede totalmente disuelto y espumoso (añadir un poco más agua al gusto).
Matcha Cookies
En el vaso con los cubitos de hielo y zumo de naranja, añade el matcha disuelto y te quedará una mezcla de colores y sabores delicio
Ingredientes para unas 20-30 galletas:
225 g de mantequilla
150 g de azúcar glas
1 huevo medida M
1 o 2 cucharadas de aroma o extracto de vainilla
½ cucharadita de sal
400 – 420 g de harina
3 g de matcha ecológico
Forma la masa:
Añade la mantequilla en tu robot de cocina a velocidad baja durante unos 5-7 segundos hasta que se forme una pasta.
Añade el azúcar glas y vuelve a batir a la misma velocidad durante 3-4 segundos e incorpora el matcha.
Añade el huevo a la masa junto con el extracto de vainilla y la sal.
Añade la mitad de la harina y vuelve a mezclar unos segundos a velocidad baja.
Añade el resto de la harina y vuelve a batir hasta que lo tengas todo mezclado.
Amasado:
Espolvorea con harina el papel de horno o la superficie donde vayamos a amasar la masa para que no se quede pegada. Si ves que está muy pegajosa la puedes añadir a la nevera durante 30 minutos.
Una vez tengamos la masa redonda y con mayor consistencia podemos empezar a estirarla con un rodillo (añádele harina si ves que se pega pegado).
Una vez tengas la masa estirada introdúcela en el frigorífico durante 2 horas como mínimo.
Horneado:
Una vez la masa se haya enfriado (muy importante que esté fría) precalienta el horno a 180ºC y empieza a cortar la masa. Te recomendamos que hagas pequeños rulos (cilindros) para que, con un cuchillo, puedas ir cortando las galletas de la misma medida.
Añade las galletas sobre un tapete de silicona o papel de horno y añádelas en el horno durante 8 minutos a 180ºC. Mantente atento al horno ya que el tiempo puede variar según el tamaño de las galletas y se hornean con rapidez.
Una vez estén doraditas las sacamos del horno y las dejamos reposar 3 minutos sobre la bandeja para que terminen de enfriarse.